¿Sabes cuál es la diferencia entre huracán, ciclón y tifón? Aquí te la explicamos
PrevenciónArtículo20 de octubre de 2024
Los términos huracán, ciclón y tifón son comúnmente utilizados como sinónimos, y no es del todo incorrecto, ya que los tres se refieren al mismo fenómeno meteorológico: tormentas tropicales que giran alrededor de un área de baja presión, produciendo grandes cantidades de lluvia y vientos que superan los 120 kilómetros por hora. Sin embargo, sí existe una diferencia clave entre estos términos, y aquí te la explicamos.
La diferencia entre estos tres términos radica en la ubicación geográfica de la tormenta tropical:
- Huracán: Se utiliza este término cuando el fenómeno ocurre en el Atlántico norte, el Caribe o el noreste del Pacífico.
- Tifón: Se llama así cuando ocurre en el Pacífico noroeste.
- Ciclón o ciclones tropicales graves: Se utiliza este nombre cuando la tormenta ocurre en el océano Índico o en el Pacífico suroeste.
Estas tormentas pueden medir entre 8 y 10 kilómetros de altura y entre 480 y 800 kilómetros de ancho, aunque algunas pueden ser aún más grandes. Se desplazan a una velocidad promedio de 16 a 24 kilómetros por hora, aunque se han registrado casos en los que alcanzan hasta 64 kilómetros por hora.
A pesar de las diferencias en la nomenclatura, cada uno de estos fenómenos puede ser altamente destructivo. Por ello, es esencial estar preparado, responder de manera adecuada y recuperarse eficazmente para garantizar la resiliencia frente a estas tormentas.
¿Qué son las perturbaciones tropicales, las depresiones tropicales y las tormentas?
Todos los huracanes, ciclones y tifones comienzan como perturbaciones tropicales, que se forman cuando el vapor de las aguas cálidas de las zonas tropicales se condensa y forma grandes nubes. En esta etapa, se comienzan a notar los primeros patrones de circulación de los vientos alrededor de un centro.
- Cuando los vientos alcanzan los 40 kilómetros por hora, se clasifica como depresión tropical.
- Si los vientos aumentan a 63 kilómetros por hora, se convierte en tormenta tropical.
- Cuando los vientos superan los 120 kilómetros por hora, se denomina huracán, tifón o ciclón, dependiendo de la región en la que se origine.
No obstante, no solo debemos enfocarnos en la velocidad del viento. Estas tormentas también pueden causar otros efectos devastadores, como marejadas ciclónicas, lluvias torrenciales e inundaciones, que pueden ser incluso más destructivas y mortales que los propios vientos.
¿Por qué se les ponen nombres a los huracanes y tifones?
Tormentas como el huracán Otis en 2023 o el más reciente huracán Milton se han convertido en términos familiares cuando hablamos de la destrucción que causan. Pero, ¿por qué se les da un nombre a estas tormentas? La respuesta es sencilla: se les asignan nombres cortos y fáciles de recordar para evitar confusiones, especialmente cuando dos o más tormentas ocurren al mismo tiempo.
Para los meteorólogos, asignar nombres a estas tormentas facilita su identificación y seguimiento a lo largo de los océanos. En Zurich, este sistema de denominación nos ayuda a concientizar a nuestros clientes y prepararlos ante el impacto de estas tormentas.
¿Cuándo ocurren los huracanes, tifones y ciclones?
- La temporada de huracanes en el Atlántico norte va del 1° de junio al 30 de noviembre.
- La temporada de tifones en el Pacífico noroeste comienza en junio y finaliza en octubre.
- En el sur del Pacífico, la temporada de ciclones se extiende desde noviembre hasta abril. En la Bahía de Bengala y el Mar Arábigo, suelen ocurrir entre abril y junio, y luego entre septiembre y noviembre.
Aunque estas temporadas son las más comunes, las tormentas tropicales pueden formarse fuera de estos periodos establecidos. De hecho, en los últimos años se ha observado un aumento de tormentas tropicales fuera de las temporadas tradicionales, posiblemente como resultado del cambio climático. Por lo tanto, es crucial estar siempre preparados, no solo durante los meses típicos de huracanes, tifones o ciclones.
Medidas de protección
Para tu hogar:
- Guarda y asegura cualquier objeto suelto en el exterior que pueda ser lanzado por los vientos.
- Repara ventanas, techos y paredes para que estén en buen estado antes de la llegada de la tormenta.
- Ubica los refugios temporales más cercanos a tu hogar.
- Mantente informado a través de los medios oficiales del gobierno.
- Compra suministros esenciales como baterías, linternas, radios de pilas, alimentos enlatados, papel higiénico, etc.
Para tu empresa:
- Mantén una comunicación clara con tus colaboradores.
- Implementa un plan de continuidad de negocio para fenómenos meteorológicos.
- Protege a tus colaboradores; si es necesario, suspende actividades no esenciales.
- Contrata Zurich Resilience Solutions para mantener tu empresa segura y mitigar cualquier riesgo al que se enfrente.
La importancia de la resiliencia
La resiliencia es clave para proteger tanto los hogares como las empresas frente a los desastres naturales. Implementar un plan de continuidad de negocio no solo mitiga riesgos, sino que también asegura una recuperación más rápida y eficiente tras el impacto de un huracán, ciclón o tifón. Este tipo de planificación permite a las empresas proteger a sus empleados, minimizar las pérdidas económicas y retomar sus operaciones más rápido, manteniendo su competitividad y estabilidad a largo plazo.
Medidas post-tormenta
Una vez que la tormenta haya pasado, es importante seguir ciertos pasos para asegurar una recuperación segura y eficaz:
- Espera a que las autoridades confirmen que es seguro salir antes de evaluar los daños.
- Inspecciona tu propiedad en busca de posibles daños estructurales antes de ingresar.
- Evita caminar o conducir por áreas inundadas, ya que las corrientes pueden ser peligrosas y las aguas pueden estar contaminadas.
- Documenta los daños para fines de seguros, tomando fotos o videos que respalden tus reclamaciones.
- Mantente en contacto con tu aseguradora para iniciar el proceso de reclamación lo antes posible.
Tener un plan de respuesta ante emergencias bien detallado y ejecutado puede marcar la diferencia en los daños a tus propiedades y en la continuidad de tu negocio. Al crear un plan de respuesta ante tormentas, nuestros clientes se preparan mejor para afrontar y recuperarse de situaciones de riesgo. Es importante mantener el plan actualizado, realizar análisis periódicos y estar siempre preparados.